No todas las arrugas son iguales, ni se tratan igual
Algunas aparecen solo cuando reímos. Otras, en cambio, se quedan con nosotras incluso cuando estamos en reposo. Y aunque muchas veces hablemos de “arrugas” como si todas fueran lo mismo, lo cierto es que no lo son.
En Medicina Estética distinguimos dos tipos principales: arrugas dinámicas y arrugas estáticas. Saber cuál o cuáles tienes es clave para elegir el tratamiento adecuado. Aquí te explicamos la diferencia.

Arrugas dinámicas: las del gesto
Son las que aparecen cuando movemos los músculos de la cara como por ejemplo al fruncir el ceño, levantar las cejas, sonreír…
Con el tiempo, estos movimientos repetidos van marcando líneas que al principio solo se notaban al gesticular, convirtiéndose entonces en arrugas dinámicas.
Las zonas más comunes de las arrugas estáticas son:
- Frente
- Entrecejo
- Contorno de los ojos o las conocidas «patas de gallo»
En estos casos, el tratamiento recomendado son los neuromoduladores, que actúan relajando el músculo que genera el gesto. El resultado: una expresión más suave, natural y sin perder expresividad.

Arrugas estáticas: las que ya no se van
Estas arrugas se mantienen aunque la cara esté completamente en reposo. Suelen aparecer con el paso de los años por la pérdida progresiva de colágeno, elasticidad y volumen.
Las zonas más comunes de las arrugas estáticas son:
- Surcos nasogenianos
- Líneas de marioneta
- Código de barras (líneas sobre el labio)
- Mejillas
- Frente
- Entrecejo
- Contorno de los ojos
En estos casos, el tratamiento recomendado son los rellenos dérmicos (ácido hialurónico) y/o los estimulantes de colágeno. Rehidratan y redensifican la piel desde dentro, suavizan líneas y recuperan volumen sin alterar los rasgos.

¿Y si tienes las dos?
Es lo más habitual. Una frente con líneas de expresión y unos surcos marcados no se tratan igual, pero se pueden abordar de forma complementaria. La clave está en el equilibrio y en respetar tu expresión.
¿Cómo saber qué necesitas?
Lo más sensato es dejarlo en manos de profesionales. En una valoración médica podemos ver tu caso, explicarte qué tipo de arrugas tienes y qué tratamiento se ajusta más a tus necesidades.
- Sin prisa. Sin presiones.
- Solo información clara y honesta para que decidas con tranquilidad.
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